5 consejos para cuidar la piel en invierno
5 consejos para cuidar la piel en invierno
El invierno, esa estación del año en la que nos toca echar mano del abrigo grueso, los guantes, el gorro y lo que tengamos al alcance para cubrirnos del frío. Pues bien, ya está aquí y se va a quedar con nosotro unos meses.
Por lo general, subimos la calefacción, nos cubrimos bien y todo arreglado, pero ¿qué pasa con la piel que no podemos cubrir y sigue expuesta? ¿qué le pasa a nuestra piel con los cambios de temperatura? ¿sabes cómo cuidarla del invierno? Es este post te daremos 5 consejos para que no solo sepas cómo cuidar tu piel, sino que además la protejas.
Este post está estructurado en las siguientes secciones:
#1. Alimentación e hidratación
Unos de los puntos más importantes es que no debemos olvidarnos de alimentarnos saludablemente y beber agua. Beber agua, al igual que en verano, entre 1,5 y 2 litros al día, nos ayudará a mantener la hidratación interna y por lo tanto a que nuestro cuerpo y metabolismo estén humectados para poder seguir con sus funciones. Además seguir una dieta saludable, rica en frutas y verduras, proteínas, cereales y legumbres, nos aportará aún más hidratación y la cantidad de vitaminas y antioxidantes necesarios para mejorar nuestros mecanismos de defensa natural y paliar los daños sobre la piel.
#2. Mantener una temperatura estable en el ambiente
Los cambios de temperatura afectan directamente a nuestra piel ya que solo con pasar de una estancia que está a 22ºC aprox, a salir a la calle con temperaturas de por ejemplo 5ºC, los capilares pasan de estar dilatados a contraerse (y en el caso al revés, sería al contrario) y por ello aparecen las venitas rojas, especialmente en mejillas, o a veces estamos pálid@s sin motivo aparente. Estos cambios bruscos de temperatura no son nada recomendables para nuestros capilares ya que no están preparados para adaptarse tan rápido a las necesidades y a veces se pueden romper, haciendo que aparezcan así los capilares rotos, venas vasculares y telangiectasias.
A veces es imposible evitar estos cambios de temperatura, lo sabemos, pero algo que ayuda a mejorar este factor es procurar mantener un grado de humedad adecuado en los hogares y lugares de trabajo, donde pasamos la mayor parte del tiempo, ya que la calefacción reseca mucho el ambiente, por lo que que por defecto se reseca la piel, haciéndola más vulnerable. Mantén una temperatura agradable, pero no abuses de la calefacción, y humedece el ambiente por ejemplo con humidificadores.
#3. Hidratación externa
Si bien ya hemos hablado de la importancia de la hidratación interna mediante la alimentación y la bebida, y de la hidratación en el ambiente, otro de los puntos más importantes y que también dependen de ti, es la hidratación externa.
En invierno es necesario que sigas las rutinas de cuidados diarios de la piel igual que el resto del año. Debes limpiar y tonificar tu piel mañana y noche y aplicar crema hidratante para que se mantenga elástica y flexible también dos veces al día como mínimo. Como hemos comentado el ambiente seco del invierno y las bajas temperaturas deshidratan mucho la piel, por lo que es necesario que tus rutinas diarias estén más reforzadas y utilices productos hidratantes que se ajusten a tu tipo de piel pero sobretodo que mantengan la humedad.
Si no has probado nunca, es buen momento para que le des una oportunidad a las aguas termales. Ideal para llevar en el bolso y rociarte el rostro cuando lo necesites y en cualquier lugar, el agua termal no sólo hidrata la piel, sino que relaja las terminaciones, aporta sales minerales y oligoelementos, atenúa las rojeces y calma incluso a las pieles más delicadas y sensibles.
Te presentamos la gama de comséticos Vita-Age Aurum, tratamiento de reparación celular antiedad que gracias a la sinergia de células madre vegetales de stella alpina (edelweiss) y activos regeneradores antiedad contribuyen a la renovación y generación de colágeno, elastina y ácido hialurónico, imprescindibles para conseguir una piel más joven y tersa.
#4. Temperatura del agua
Volviendo a las temperaturas, otra que podemos controlar es la del agua a la hora de darnos una ducha o un baño. Con las bajas temperaturas lo que apetece es sentirnos calentitos bajo el agua y si no medimos el calor con el que sale podemos no solo quemarnos, sino que aunque no lo veamos a priori, estaremos dañando nuestra piel y provocando flacidez además de resecarla si no utilizamos el jabón adecuado. Evita el agua demasiado caliente y los jabones demasiado detergentes y con muchos tensioactivos.
#5. Hidratación extra
Aplica siempre después de la ducha una loción o crema hidratante por todo el cuerpo para proteger y humedecer la piel, así la mantendrás elástica, flexible e hidratada y estará más luminosa y sana. No olvides las manos, los codos, las rodillas y todas las zonas del cuerpo en las que la piel tiende a resecarse más.
Y como extra para el rostro, ¿has probado alguna vez las mascarillas en forma de velos? Son super fáciles de aplicar, cómodas de utilizar y no te llevará apenas tiempo ponerla y quitarla. El tiempo que la dejes puesta, tú decides cómo usarlo ¿tienes 20min para disfrutarlas? Hazte con una y comprueba tú mims@ cómo se nota en la piel.
Si tienes otros consejos que nos puedas recomendar, deja tu comentario aquí. ¡Vamos a combatir junt@s los peligros del invierno en nuestra piel! ¿Y tú, ya pones en práctica estos consejos para cuidar tu piel del invierno? Recuerda que si tienes dudas o necesitas asesoramiento puedes ponerte en contacto en el ☎ 93 707 30 09 de Lunes a viernes 9-18h o escribirnos a través del WHATSAPP
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